HEPATITIS


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Un estudio avala que en España un 79 % de las personas con hepatitis C siente que la infección afecta negativamente su vida laboral.
Con motivo del Día Mundial de la Hepatitis 2016, la Coordinadora Trabajando en Positivo celebra que el Gobierno español haya avanzado en la respuesta al virus de la hepatitis C (VHC) al incluir, durante este año, a más personas en la lista para recibir los tratamientos antivirales de acción directa cuya tasa de curación es superior al 95 %.
Aunque no ha sido fácil para las personas afectadas por el VHC llegar hasta este momento (que se han visto obligadas a salir a la calle a exigir los mencionados medicamentos de última generación), hoy tienen la posibilidad de disfrutar de una mayor calidad de vida en diferentes ámbitos como su entorno familiar o laboral, en donde se experimenta discriminación por el hecho de vivir con hepatitis C.
Según un estudio realizado en el 2012 por la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (FNETH), el ámbito del trabajo es donde, de forma general, las personas encuestadas se sentían más afectadas, puesto que un 79% opinaba que la enfermedad había afectado negativamente a su vida laboral y había sentido rechazo.
Julio Gómez Caballero, portavoz de la Coordinadora Trabajando en Positivo, explica que la discriminación está alimentada principalmente por la ignorancia sobre las vías de transmisión de la hepatitis C. “Muchas personas se sienten muy estresadas en el trabajo por miedo a que las puedan despedir si informan de que tienen hepatitis C. Aunque no existe impedimento legal ni científico que impida ejercer casi cualquier ocupación u oficio”, comenta Julio Gómez.
Por otra parte, continúa explicando Julio, algunas empresas discriminan a las personas afectadas por el VHC porque consideran que el absentismo laboral (tiempo de trabajo perdido como resultado de los problemas de salud derivados de la enfermedad) será mayor y mermará su productividad. Esto se debe a la suposición de que las personas con hepatitis C están sujetas a repetidas citas médicas, tienen sensación de fatiga o están enfermas a menudo. No obstante, lo anterior dependerá de la situación de cada persona y del daño hepático que haya sufrido, por lo que no se puede generalizar que el VHC suponga, en sí mismo, una disminución de la capacidad de trabajo de la persona afectada.
Aún así en 2013, el Boston Medical Center (BMC) Gastroenterology publicó los resultados de un estudio europeo que asociaba a la infección por VHC con mayores costos para los empleadores debido al ausentismo (p <0,05) y la reducción de la productividad (p <0,05). Además, el VHC se relacionó con un mayor deterioro en actividades no laborales (34 vs 29%, p <0,05). Las personas con hepatitis C también tuvieron más visitas a su médico por año (20 frente a 13, p <0,001), lo que resulta en mayores costos financieros de manera significativa a los sistemas de salud (p <0,001).
“Considerando los datos anteriores del estudio europeo, se debe recordar que la hepatitis puede pasar desapercibida, muchas personas afectadas no tienen síntomas y al no existir pruebas de diagnóstico precoz del VHC, con frecuencia esta infección se diagnostica cuando está avanzada la enfermedad y la persona requiere más atención médica porque se encuentra en fase de hepatitis C crónica”, enfatiza el representante de la Coordinadora y hace hincapié en la importancia de implementar campañas de cribado del VHC para favorecer su diagnóstico precoz.
“Aunque se va avanzando, aún falta mucho por hacer ya que se calcula que el 60% de las personas que tienen el virus de la hepatitis C no sabe que están infectadas”, dice Julio.
Por todo lo anterior, la Coordinadora celebra que se avance con el Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C en España y que las personas puedan acceder a los tratamientos de última generación porque en el ámbito laborar esto se traduce en la erradicación de la discriminación, en una mayor calidad de vida para las personas afectadas, en un aumento de la productividad y en una reducción de costes en el sistema de salud.
Para la Coordinadora Trabajando en Positivo, que desde hace casi 10 años desarrolla proyectos dirigidos a conseguir la inclusión en el ámbito laboral de las personas con el VIH y coinfectadas por el VHC, este nuevo panorama da esperanza de que algún día, sea a través de la cura o de trabajar contra la discriminación para eliminar el estigma asociado al VIH y a la hepatitis viral, se erradique el rechazo social a las personas afectadas.
Coordinadora Trabajando en Positivo




¿Qué es la hepatitis B?

La hepatitis B es un virus, o una infección, que provoca enfermedad e inflamación hepáticas (del hígado). Los virus pueden provocar enfermedades. Por ejemplo, la gripe es provocada por un virus. Es posible que las personas se contagien los virus de una a otra.
La inflamación es una hinchazón que se produce cuando los tejidos del cuerpo se lesionan o se infectan. Es posible que la inflamación provoque que los órganos no funcionen de manera correcta.

¿Qué es el hígado?
El hígado en un órgano que realiza muchas cosas importantes. No es posible vivir sin el hígado.

La hepatitis B es un virus, o una infección, que provoca enfermedad e inflamación hepáticas.
El hígado
  • elimina las sustancias químicas nocivas de la sangre
  • lucha contra infecciones
  • ayuda a digerir alimentos
  • almacena nutrientes y vitaminas
  • almacena energía


¿Quién contrae hepatitis B?
Todos pueden contraer hepatitis B, pero las personas más propensas son aquellas que
  • nacieron de una madre con hepatitis B
  • están en contacto con sangre, agujas o fluidos corporales en el trabajo
  • viven con otra persona que tiene una infección por hepatitis B activa
  • tienen más de una pareja sexual en los últimos 6 meses o tienen antecedentes de una enfermedad transmitida sexualmente
  • están recibiendo diálisis renal (el proceso de filtración de desechos y agua adicional del cuerpo por un medio distinto de los riñones)
  • están tomando medicamentos que suprimen el sistema inmunitario, como los esteroides o medicamentos quimioterapéuticos
  • han vivido o viajado con frecuencia a lugares del mundo donde la hepatitis B es común
  • son de las naciones asiáticas y de las Islas del Pacífico
  • están infectadas con VIH o con hepatitis C
  • se han inyectado drogas ilegales
  • trabajan o viven en una cárcel
  • se han realizado una transfusión de sangre o trasplante de órgano antes de la mitad de la década de 1980
También hay más probabilidades de que los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres contraigan hepatitis B.

¿Cómo puedo contraer hepatitis B?
Una persona podría contraer hepatitis B a través del contacto con la sangre, el semen u otro fluido corporal de una persona infectada. Este contacto puede producirse de las siguientes maneras:
  • nacer de una madre con hepatitis B
  • pincharse de manera accidental con una aguja que fue utilizada en una persona infectada
  • tener relaciones sexuales sin protección con una persona infectada
  • tener contacto con la sangre o llagas de una persona infectada
  • compartir agujas u otros materiales para el consumo de drogas con una persona infectadaUna persona podría contraer hepatitis B por tener relaciones sexuales sin protección con una persona infectada.
    • tatuarse o perforarse para colocarse un aro con herramientas no esterilizadas que fueron utilizadas con una persona infectada
    • usar la navaja de afeitar, el cepillo de dientes o el cortaúñas de una persona infectada
    No es posible contraer hepatitis B por
    • darse la mano o agarrarse de la mano con una persona infectada
    • recibir la tos o el estornudo de una persona infectada
    • abrazar a una persona infectada
    • sentarse al lado de una persona infectada
    • compartir cucharas, tenedores u otros utensilios para comer
    • tomar agua o ingerir alimentos
    No es posible que un bebé contraiga hepatitis B de la leche materna.

    ¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis B?
    La mayoría de las personas no presentan síntomas de hepatitis B. Es posible que los adultos y los niños de 5 años o más presenten los siguientes síntomas:
    • sentirse cansado
    • dolor muscular
    • malestar estomacal
    • dolor estomacal
    • fiebre
    • pérdida de apetito
    • diarrea
    • orina de color amarillo oscuro
    • heces de color claro
    • ojos y piel amarillentos, llamados ictericia
    Cuando se presentan síntomas, pueden empezar entre 2 y 5 meses después de entrar en contacto con el virus. Consulte con un médico de inmediato si usted o un niño bajo su cuidado tiene síntomas de hepatitis B.


    Claudia Yaneth Numpaque Loaiza


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